A continuación San Pablo nos describe en su segunda carta a Timoteo capítulo 3 con asombroso detalle las conductas de los hombres en los últimos tiempos previos al fin del mal en el mundo, cualquier parecido con la realidad actual no es pura coincidencia:
3 Pero debes saber esto: que en los últimos días vendrán tiempos difíciles.2 Porque los hombres serán amadores de sí mismos, avaros, jactanciosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, irreverentes, 3 sin amor, implacables, calumniadores, desenfrenados, salvajes, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, envanecidos, amadores de los placeres en vez de amadores de Dios; 5 teniendo apariencia de piedad, pero habiendo negado su poder; a los tales evita. 6 Porque entre ellos están los que se meten en las casas y llevan cautivas a mujercillas cargadas de pecados, llevadas por diversas pasiones, 7 siempre aprendiendo, pero que nunca pueden llegar al pleno conocimiento de la verdad. 8 Y así como Janes y Jambres se opusieron a Moisés, de la misma manera éstos también se oponen a la verdad; hombres de mente depravada, reprobados en lo que respecta a la fe.9 Pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos dos.